Memoria

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No, no soy yo...Pero como si lo fuera.

martes, 23 de octubre de 2007

Chico....¡Tú Vales Mucho! Jose Luis Casas Paramio










Diálogo del aire, 2002: Hierro y piedra. Soldadura y Talla. 127x112x98 cm. Colección particular
Los cuerpos sólidos


En realidad, José Luis Casas no pretendía otra cosa que atrapar el aire, y con él, los lugares que éste ocupa.
Pensadas para ser habitadas y con una organización laberíntica, las estructuras de JL. exigían tu atención desde las dislocaciones geométricas. Desnudo, áspero, sin cosméticas ni barnices, el material deslizaba mi mirada hacia el exterior, y varias veces fuí capaz de encontrar sus vacíos.

(Concha Sáez, Salamanca, 2002)










EL AIRE
(Poema de Jorge Guillén)

Aire: nada, casi nada,
o con un ser muy secreto,
o sin materia tal vez,
nada, casi nada: cielo.
Con sigilo se difunde,
nadie puede ver su cuerpo.
He ahí su misma idea,
aire claro, buen silencio.
Hasta el espíritu el aire,
que es ya brisa va ascendiendo
mientras una claridad
traspasa la brisa al vuelo.
Un frescor de transparencia
se desliza como un témpano
de luz que fuese cristal
adelgazándose en céfiro.
¡Qué celeste levedad!
¡Un aire apenas terreno,

apenas una blancura
donde lo más puro es cierto!
Aire noble; que se otorga

distancias, alejamientos.
Ocultando su belleza
no quiere parecer nuevo.

Aire que respiro a fondo,
de muchos soles muy denso,
para mi avidez actual
aire en que respiro tiempo.
Aquellos días de entonces

vagan ahora disueltos
en este esplendor que impulsa
lo más leve hacia lo eterno.
Muros ya cerca del campo
guardan ocres sus reflejos
de tardes enternecidas
en los altos del recuerdo.
¡Cómo yerra por la atmósfera
su dulzura, conduciendo
los pasos y las palabras
adonde van sin saberlo!
Algo cristalino en v¡as
quizá de enamoramiento
busca en una aura dorada
sendas para el embeleso.
Respirando, respirando
tanto a mis anchas entiendo
que gozó del paraíso
más embriagador: el nuestro.
Y la vida, sin cesar
humildemente valiendo
callada va por el aire,
es aire, simple portento.
Vida, vida, nada más
este soplo que da aliento,
aliento con una fe:
sí, lo extraordinario es esto.
Esto: la luz en el aire,
y con el aire un anhelo.
¡Anhelo de transparencia,
sumo bien! Respiro, creo.
Más allá del soliloquio,
todo mi amor dirigiendo,
se abalanzan los balcones
al aire del universo.
¡Balcones como vigías
hasta de los más extremos
puntos que la tarde ofrece
posibles, amarillentos!
Mis ojos van abarcando
la ordenación de lo inmenso.
Me la entrega el panorama,
profundo cristal de espejo.
Entre el chopo y la ribera,
entre el río y el remero
sirve, transición de gris,
un aire que nunca es término.
¡Márgenes de la hermosura!
A través de su despejo,
el tropel de pormenores
no es tropel. ¡Qué bien sujeto!
Profundizando en el aire
no están solos, están dentro
los jardines, las verjas,
las esquinas, los aleros...
En el contorno del límite
se complacen los objetos,
y su propia desnudez
los redondea: son ellos.
¡Islote primaveral,
tan verdes los grises! Fresnos,
aguzando sus ramillas,
tienden un aire más tierno.
El soto. La fronda. Límpidos.
Son esos huecos aéreos
quienes mejor me serenan,
si a contemplarlos acierto.
Feliz el afán, se colma
la tensión de un día pleno.
Volúmenes de follajes
alzan un solo sosiego.
Torres se doran amigas
de las mieses y los cerros,
y entre la luz y las piedras
hay retozos de aleteos.
En bandadas remontándose
juegan los pájaros. Vedlos.
Todos van, retornan, giran,
contribuyen al gran juego.
¡Juego tal vez de una fuerza
no muy solemne, tanteo
de formas que sí consiguen
la perfección del momento!
Esta perfección, tan viva
que se extiende al centelleo
más distante, me presenta
como una red cuanto espero.
¡Aquel desgarrón de sol!
Arden nubes, y no lejos,
mientras, sin saber por qué
se ilumina mi deseo.
Arbolados horizontes
-verdor imperecedero-,
dan sus cimas al dominio
celeste, gloria en efecto.
Gloria de blancos y azules
purísimos, violentos,
algazaras de celajes
que anuncian dioses y fuegos.
La realidad, por de pronto,
sobrepasa anuncio y sueño
bajo el aire, por el aire
ceñido de firmamento.
El aire claro es quien sueña
mejor. ¡Soñar de misterio!
Con su creación el aire
me cerca. ¡Divino cerco!
A una creación continua
-soy del aire- me someto.
¡Aire en transparencia! Sea
su señorío supremo.

El escultor José Luis Casas Paramio, nació en León en 1979 y tiene su taller en Ambasaguas de Curueño . Fue en el estudio del pintor Alejandro Vargas Aedo, desde 1994 hasta 1997, donde se centró en el estudio del dibujo y la pintura y donde también hace gran amistad con otro escultor, que sin ser de Ambasaguas, nos lo tomamos como nuestro y nos sentimos igualmente orgullosos de él por su excelente obra Amancio González Andrés, que tiene su taller en Barrio. En ese año, se matricula en la Facultad de Bellas Artes de Salamanca, y después a la Facultad de Bellas Artes de Bilbao (cursos de doctorado) , donde realiza diversos estudios de especialización. Aquí encontrará nuevas propuestas escultóricas que se acercan más a sus intereses. Su trabajo , de formas limpias, puras y con mucha fuerza se enmarca en el concepto más tradicional de la escultura:Es un "verdadero escultor" (F. Zapico,2005-Exp. Candás)
Los materiales que utiliza para la creación de sus obras son: madera en diferentes variantes, que suele utilizar con acabado natural, acero , hierro y piedra (caliza, alabastro, granito, canto rodado del río Curueño, arenisca). La piedra es su material básico.
Su trabajo, desde 1999, recompensado con varios premios y mostrado en varias exposiciones se divide en series temáticas con títulos como "Serie macla", "Vacío interior", "Matemática", "Sombras" con piezas como "En el hueco de mis manos", Columna", "Hábitat o habitáculo", "Encuentro" y "Fracturas líticas" y nombres para sus piezas como "Refugio del aire", "Casa del alma", "Poética del espacio...."


*Yo no soy experta en nada, y mucho menos en arte. Eso lo catalogan otros, lo dicen otros, y las críticas de él hasta el día de hoy son todas espléndidas y favorables.
Yo sólo se si me gusta o no. Y la obra de José Luis hay que verla. Estoy completamente segura de que os va a encantar. Lo de éste chico nuestro....seduce. No hace falta entender. Sólo eso. Ir a verle: lo tenéis en casa. Aparte de las exposiciones que haga, o la impresionante obra que hay ahora mismo colocada en la nueva rotonda de La Lastra, en León. Es realmente espectacular.
Encuentros y Desencuentros
En la vida las mejores cosas no se dejan apresar; la belleza es huidiza, a la poesía sólo la podemos vislumbrar; quisiéramos apropiarnos del ser que amamos, pero sólo cogemos el viento. El desencuentro parece ser una de nuestras condiciones. Pero son encuentros, aunque sean dislocados, errados, contenidos, fallidos, encerrados.....
( ¡Cómo me gusta ésto de los encuentros! ¡José Luís.......! ¡Que.......¡Yo quiero una, pero además con piedra!Para su serie de piezas de "Encuentro, 2004". Hierro . Soldadura. Pigmentación negra.¡ Y vete pensando la de la Asociación que hablamos!).