Memoria

Memoria
No, no soy yo...Pero como si lo fuera.

jueves, 13 de febrero de 2014

Mejor que "detrás de cada hombre", yo preferiría "al lado de"....







"No te enamores de una mujer que lee, 

de una mujer que siente demasiado, 
de una mujer que escribe...

No te enamores de una mujer culta,
 maga, delirante, loca.
 No te enamores de una mujer que piensa,
 que sabe lo que sabe y además sabe volar;
 una mujer segura de sí misma.

No te enamores de una mujer que se ríe o llora haciendo el amor, 
que sabe convertir en espíritu su carne; 
y mucho menos de una que ame la poesía (esas son las más peligrosas), 
o que se quede media hora contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música.

No te enamores de una mujer a la que le interese la política
 y que sea rebelde y sienta un inmenso horror por las injusticias. 
Una que no le guste para nada ver televisión. 
Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo.

No te enamores de una mujer intensa,
 lúdica, lúcida e irreverente. 
No quieras enamorarte de una mujer así.
 Porque cuando te enamoras de una mujer como esa,
 se quede ella contigo o no, 
te ame ella o no,
 de ella, de una mujer así..., 
jamás se regresa."

Martha Rivera Garrido, poeta dominicana.








lunes, 3 de febrero de 2014

Del Camino o del Mercado o de Dolores o Morenica... que poco importa el nombre, que ella atiende lo mismo...














Pues si. El otro día andaba yo por León excesivamente tempranera a lo que pude ver... ni un alma por la calle.. Miraba a un lado y otro, adelante y atrás... y nadie! las 9 y ...nadie!. Vaaaleeeee... Era domingo si... Pero yo iba a misa al Mercado y me di de morrazos con el portón cerrado a cal y canto. O a piedra, madera y hierro, como queráis... Con el frío que hacía y viendo semejante panorama , que ni p'á un café y hasta "miedoso", me fuí a casa hasta las 11 y vuelta a la iglesia con el segundo intento. Esta vez ya si... Ya me encontré con la Virgen, con el cura que nunca había visto y con Enrique, el sacristán de toda la vida, que me estuvo contando esta polémica de que quieren que ahora esta sea la titular como patrona de la ciudad y no la que está arriba, en el Santuario de la Virgen del Camino. Jesús!. No se yo esto de pelearse por Vírgenes..... Bueno... debates de estos aparte, por que yo no voy a entrar en estooo..... Solo decir que Enrique me contó algo que no sabía. Por lo visto, un día, durante un de esas novenas a las que yo trato de acudir puntualmente, entró un rayo por la vidriera, partió un hierro y el tal hierro se clavó en la madera. No dañó a nadie. Y las sillas están ahí, eh??... Ahí misssmitoooo.... Y ahí sigue el agujero que quedó del hierro.....





Está claro que cuando se reúne tanta energía en un lugar, se convierte en algo poderoso....

A partir de aquí.. son textos de internet, pero no se decir de donde, que se fue la wifi y... ni idea.... y por no volver a buscar......
Virgen de rogativas, protagonista de excelsas resonancias y de registros concretos en las actas municipales, en definitiva, versículo secular de la piedad leonesa, esta Santa María del Camino, la Antigua, señalada de esta forma desde el siglo XVI para distinguirla de la patrona de la región leonesa, «aparecida el 2 de julio de 1505, a una legua al occidente de la ciudad», esta «Virgen de las Tristezas», como la denominó Cayón Waldaliso, es refugio y consuelo de atribulados y marginados, de desesperanzados y desfavorecidos, de afligidos y desamparados. La talla, que es anónima y sedente y está realizada en madera de peral, data de los albores del siglo XV. En su rostro predomina el sombrío resplandor de la impotencia, en su mirada, la angustia que apresa su pecho, y en su modo de contemplar al Hijo que sostiene en sus amorosos brazos, el gesto de agobio y desconsuelo que promueve la congoja íntima que invade su corazón alanceado por los siete aceros del dolor más acerbo. (MC).«Y aunque carecemos -dice Arturo Álvarez Álvarez, de la Sociedad de Escritores y Artistas, (Tierras de León, números 32 y 33 [31 de diciembre de 1978])- de todo documento que nos ayude a buscar su origen, el exacerbado patetismo y expresividad de la Virgen, el quebrado de sus vestidos y otros detalles, tal vez podrían llevarnos a pensar en la influencia de la escuela borgoñesa del holandés Claus Sluter (1340-1406), habiendo podido salir, quizás, del taller de su discípulo Jannin de Lomme, que trajo a Castilla y a Aragón su estilo y modos escultóricos. Por supuesto, creemos se trata de una pieza muy superior, artísticamente hablando, a la que, un siglo más tarde, tomaría su nombre y copiaría el modelo, en las afueras de León». Firmemente enraizada en el alma de los leoneses, los trazos y perfiles de la Virgen del Mercado, que concentra fervores y devociones, son fiel trasunto de las palabras de Guardini vertidas en su obra «Jesucristo»


La Iglesia del Mercado o de Nuestra Señora del Mercado (oficialmente Iglesia de Santa María del Camino), es una obra de corte románico del siglo XII, formada por tres naves, una principal y dos adyacentes (ábsides laterales). Planta más ancha en la cabecera que en los pies. Esta parte románica se documenta y data por el año 1.092.

Por su tipo de construcción y marcas de cantero (en capiteles y modillones - miembro voladizo sobre el que se asienta una cornisa o alero, o los extremos de un dintel), este edificio parece que puede guardar una cierta relación con otras construcciones como las de Santa María de Arbás, San Isidoro de León y Santa Marta de Tera en Zamora.

El origen de su construcción viene dado por el hecho popularmente conocido como la "Aparición". Se cuenta que un pastor encontró una imagen de la Virgen escondida entre las zarzas que se situaban en la ubicación actual de la cruz de piedra que podemos ver en la Plaza del Grano (parte posterior de la Iglesia del Mercado). De ahí que las fiestas del Barrio del Mercado tengan lugar el 8 de Febrero (fiesta de la aparición de la Virgen).

Ha sufrido numerosas intervenciones y reformas: entre los años 1.366 y 1.483 se renuevan los arcos lateral, haciéndolos en estilo gótico, así como la capilla mayor, el campanario y el portal que se encuentra bajo este. En este lugar podemos contemplar una ménsula (miembro de arquitectura perfilado con diversas molduras, que sobresale de un plano vertical y sirve para recibir o sostener algo) que representa un obrador de panadería.

En la ampliación del año 1.598, se construye la torre de Felipe de Cajiga (época Renacentista). Ya en el siglo XVIII se renuevan los arcos de la nave central, los chapiteles de las torres y alguna que otra reforma más, llevada a cabo por el maestro Fernando de Compostizo. Ya en el 1.740, se construye el camarín (capilla pequeña colocada algo detrás de un altar y en la cual se venera alguna imagen), obra de Lastra Alvear y en 1.761 se le dota de pinturas murales para su mejoramiento y lucimiento entre los fieles.

A parte de reformas, también ha sufrido los avatares del tiempo y de los conflictos, con dos importantes derribos fechados entre los años 1.691 y 1.976.

El maestro Miguel Echano, ya en el siglo XIX, recompone el edificio rematando los muros laterales y las bóvedas que podemos ver actualmente. Posteriormente, Juan Bautista Lázaro, completo la torre (1.880) y en la década de los 30 se completa el chapitel de la torre, de estilo modernista.

En el interior del templo podemos contemplar el retablo mayor, del siglo XVIII, en el cual podemos ver la imagen de la Virgen del Camino (del siglo XVI).



Los dos altares adyacentes al mayor, son obra del artista José Suárez Gavilanes (obras realizadas entre 1.732 y 1.750), y están dedicados a San José, San Francisco Javier y San Eloy. También guarda en su interior una imagen de la Piedad del siglo XV.
Otras piezas que guarda en su interior esta Iglesia, es un órgano del año 1.821, algunas vidrieras de los artistas Luis García Zurdo y Bolinaga, algunas curiosasinscripciones funerarias de exvotos religiosos y familias nobles y dos verjas románicas.

Entre su extenso patrimonio artístico cuenta con piezas venidas de otros templos y edificaciones como las piezas de la vieja iglesia de San Miguel de la Corredera; de los conventos clausurados en 1834 de Santo Domingo y San Claudio, de los que proceden respectivamente la imagen de San José y la reliquia de la corona de espinas de Cristo que se expone el Domingo de Pasión.


La procesión de la Dolorosa, que no está organizada por ninguna cofradía, tiene lugar el viernes previo al Domingo de Ramos, partiendo el cortejo desde la parroquia de Santa María del Camino, con la imagen de la Virgen del Mercado, que no tiene n
inguna hermandad en la actualidad que le rinda devoción.

Apodada por el Cronista Máximo Cayón Waldaliso como “La Morenica”, La Dolorosa del Mercado resulta una talla en la que una apenada Virgen María sostiene el cadáver de su Hijo, realizada por un autor desconocido para nosotros, datada a finales del siglo XV donde preside el retablo mayor de la citada iglesia. El templo es el primero intramuros que encuentran los peregrinos con destino a Santiago de Compostela, siendo por ello que esta antigua Virgen de la Piedad recibe a los caminantes a la entrada de la ciudad de León.

Cuenta la leyenda que la Cruz que se encuentra en la Plaza del Grano, tras la cabecera de la iglesia del Mercado, recuerda el lugar donde la Virgen se apareció a un pastor en el siglo VI.

La Virgen del Mercado es sacada en procesión el Viernes de Dolores, día establecido en el Concilio de Colonia (1423) para recordar los misterios dolorosos de la Virgen María. Tras la novena celebrada en la Iglesia parroquial, la imagen de Nuestra Señora es acompañada en procesión por un gran número de feligreses, pujada por la asociación de braceros que lleva su nombre y agasajada con los cánticos interpretados por las “carbajalas”, pues es en el interior de la iglesia del convento de Santa María de Carbajal donde la Dolorosa hace su principal estación.

Son varias las ocasiones en las que las gentes de esta tierra pidieron su salida en rogativas; un ejemplo es el del año 1797, cuando por la carestía de grano, los vecinos labradores de San Pedro de la Puente del Castro solicitan al Ayuntamiento leonés se saque la Virgen del Mercado a rogativas al monasterio de Santa María de Carbajal “para que por sus mediaciones su Santísimo Hijo provea de aguas para fecundar y fertilizar los frutos que se hallan aniquilados por la escasez de ella”. Y así fue, puesto que los representantes públicos consultan al obispo para poner en novena a la Milagrosa Imagen, y después sacarla en procesión general con acompañamiento “de este Ilustre Cuerpo”, -Ayuntamiento- acordando que la cera que se llevara para la Corporación Municipal, se dejase de limosna a dicha imagen.

Previamente, en 1738 se había autorizado la organización de los Congregantes y Esclavos de María Santísima del Mercado; seguramente como efecto del milagro de la aparición de tres dedos que le faltaban a la figura del Señor, en 1734, de ahí su denominación como “milagrosa imagen”, que debió contar ya con anterioridad con la extinguida cofradía de Nuestra Señora la Antigua y de la Zarza para rendirle devoción.

Aunque el gran impulso a la veneración de la Virgen del Mercado fue la institución de la extinta Congregación de los Servitas de los Siete Dolores el 31 de agosto de 1792. Al año siguiente comenzarían a realizar una pública procesión devocional el Viernes de Dolores, para recordar los sufrimientos de María por su Hijo, asistiendo todas las hermandades y, especialmente, las erigidas en su iglesia parroquial. Así se constata la presencia en 1826, de las compañías de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad, cuya junta de seises precede al completo en la actualidad a la imagen, junto con la cofradía de Jesús Nazareno y también la cofradía penitencial de la Santa Vera Cruz, que al estar situada en el monasterio de San Francisco, dependía canónicamente de la parroquia del Mercado hasta que en el año 1837 se instala en la de San Martín.



Los Servitas de León desaparecerían a mediados de siglo XIX, pero no la procesión de la Dolorosa, que hoy se considera prologo de la Semana Santa leonesa, una procesión de vísperas.

En la procesión de 1959 salió con la imagen la banda de la hermandad de Jesús Divino obrero, aunque desde 1960 la Virgen el Mercado será acompañada con las marchas de la banda de cornetas y tambores de la Real cofradía de Minerva y Vera Cruz, incorporándose con posterioridad la titular del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, que fue sustituida en el 2006 por la Banda de música de la citada cofradía, alternándose anualmente ambas formaciones musicales en cuanto a la apertura y cercanía con el paso.

La imagen fue restaurada en el año 1999 y en la procesión lleva un manto donado por una devota, realizado en la India en terciopelo granate con bordados en oro que resulta de un tamaño excesivo para el paso, al contrario que otros de gran valor con los que ha contado para el culto y procesión Nuestra Señora del Mercado.
Así, la gran devoción histórica a la imagen hizo que el 28 de junio de 1858, la reina Isabel II, su esposo Francisco de Asís y Borbón y el hijo de ambos, el futuro Rey Alfonso XII, visitaran a la Señora del Mercado y le regalasen un manto en terciopelo de color carmesí con bordados y piedras preciosas. La donación inscrita dice: “SS. MM. Los Reyes Católicos, Doña Isabel y Don Francisco de Asís a Nuestra Señora del Mercado, antigua del Camino de la ciudad de León, 1857”. Los monarcas ofrecieron también un juego de pendientes de diamantes y alfiler, así como un mantel de altar con flecos de oro. 

En 1886, también recibió una donación de otro manto de tisú morado con bordados en plata, y en 1964 uno más, este en terciopelo morado con bordados en oro y plata realizado por las Franciscanas Descalzas Clarisas del convento de Santa Cruz de León, el que ha lucido en las procesiones hasta su sustitución por el donado últimamente.

BRACEROS
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