...Que anda una con el horario un poco "trastornao" y el estómago que parece que va a reventar cual es el momento.... Comiendo como si no lo hubiera hecho nunca o algo así y metiendo picante para alegrar la vida; aunque alegre la tengo viendo la evolución lentita pero positiva de mi tío. En fín: no voy a andar contando telares hospitalarios ni rollos macabeos.
Bueno..... Una anécdota que me pasó al llegar..... si la cuento: me hicieron la pruebita de la influenza A y B. Es decir de la gripe A y B.....
Llega un poli "entorchao", me para, y me dice que la cosa es aleatoria y que me ha "tocao"; me salió del alma decirle que si era por que era más guapa o algo por que no habían parado a nadie, y me contesta que.... "bueeeeennnnoooo, pos es mejorsito haserlo, ¿pos no creeeeeee señooooriiitaaaaaa?. ¡Ándele, pues y pase a esa sala que ahí le espera una doctooooraaaaa...." .
¡Cielos!. ¡Las seis de la mañana, doce horas de avión con un vecino movidito que no me dejó dormir el muy c....., una hora y pico para pasar migración y ahora un tipo con pinta cuatrero te dice que a lo mejor si tienes la gripa ni entras en el pais!.
A lo que contesté que bien pensado y como iba a ver a un enfermo, pues que si me interesaba ver de que se trataba.
¡Pues ni un triste estornudo cuando te meten el palito por la nariz, oye!. JaJaJaJaJaJa.
Estoy sanísima y poseo certificado de calidad con sus sellos y todo.
¡Y no todo el mundo puede decir lo mismo! JaJaJaJaJaJaJa...
Son 9 de la noche y tengo un sueño que me caigo, pero os dejo ésto que me envió Carmina y que me ha hecho mucha gracia:
Anécdota de D. Pedro Muñoz Seca
Vivía desde sus tiempos de estudiante en una casa de Madrid donde atendían la portería un encantador matrimonio al que profesaba auténtico afecto. Falleció la mujer, y a los pocos días el marido, más de pena que de enfermedad pues era un matrimonio profundamente enamorado.El hijo de los porteros se dirigió a don Pedro, muy afectado tras su muerte, y le pidió que redactara un epitafio para honrar su memoria. Del corazón de Muñoz-Seca surgieron estos versos:
Fue tan grande su bondad,Tal su generosidadY la virtud de los dosQue están, con seguridad,En el cielo, junto a Dios.
Corría mil novecientos veinte y tantos, y en aquella época, era preceptivo que la Curia diocesana aprobara el texto de los epitafios que habían de adornar los enterramientos. Así que don Pedro recibió una carta del Obispado de Madrid reconviniéndole a modificar el verso, puesto que nadie, ni siquiera el propio Obispo de la diócesis o el Santo Padre, incluso, podía afirmar de un modo tan categórico que unos fieles hubieran ascendido al cielo sin más.
Don Pedro rehizo el verso y lo remitió a la Curia, del modo siguiente:
Fueron muy juntos los dos,El uno del otro en pos,Donde va siempre el que muere,Pero no están junto a DiosPorque el Obispo no quiere.
Nueva carta de la Curia. El Obispo, tras recriminar al autor lo que cree - con toda la razón del mundo - una burla y un choteo de Muñoz-Seca le exige una rectificación ya que no es el Obispo el que no quiere, pues ni siquiera es voluntad de Dios, que no decide nuestro futuro sino que es nuestro libre albedrío el que nos lleva al cielo o no.Así que don Pedro remata la faena, escribiendo un verso que jamás se colocó en enterramiento alguno porque la Curia jamás le contestó:
Vagando sus almas van,Por el éter, débilmente,Sin saber que es lo que harán,Porque, desgraciadamente,Ni Dios sabe dónde están.
**Es bueno ¿eh?
A pesar de estar aquí, sigo pendiente de la programación de allí; así que.... Todos tranquilos que todo se andará........
