Memoria

Memoria
No, no soy yo...Pero como si lo fuera.

miércoles, 13 de febrero de 2008

¡Hace frío, hiela, llueve y quiere nevar, los cuatro tiempos quieren andar!.......

Cuando en el patio de la Iglesia aún estaba el negrillón......



¿Cuánto hace que no se oye una frase de esas?
Yo no se si antiguamente haría más frío....
Dicen los que tienen buena memoria que sí. Que...¡donde va a parar!.
Las nevadas y el frío de nuestro pueblo calaba hasta los huesos y se pasaba mal.
También es cierto que aunque no fuese tan terrible, las condiciones no eran las mismas. La cocina (el hogar), pues eso.... estaba sólo en la cocina y había que utilizar calientacamas o bolsas de agua (mucho más tarde) para meterse en la cama. ¿Calefacción? ¿Donde?. Por que allí, más bien neveras eran las estancias; que a pesar de los gruesos muros de algunas casas, una vez metido el frío....¡ A ver como se calentaba!. ¡A levantarse con un palizón al día siguiente por exceso de peso de mantas !(de las de lana, aquellas de rayas que pesaban y rascaban un montón). Si podían ser cuatro, mejor que tres; y hasta seis me puso una vez por Reyes mi tía Chonina con lo que no me pude yo mover ni un milímetro del sitio (no se si por el peso o por el propio frío estoy pensando; que creo que yo tenía que haber nacido mínimo en Canarias por lo mal que llevo el tema éste "del fresco").


Lo de la leña para las escuelas era "por orden".


Y después del trabajo....... "fiestuqui"........(hasta para los guardias)



Las "Suertes del Monte". La leña.
La leña, en sus tiempos era para el consumo en casa, para las escuelas y para los Guardias cuando tuvieron destacamento en el pueblo (que también tuvimos,......también).
El llamarlo "suerte" viene de que cada vecino extrae el azar una papeleta con un número, al cual está asignada una zona del monte. Aunque las suertes suelen estar equilibradas entre sí, puede haber alguna con más leña o que se corte mejor o que tenga mejor acceso, etc. Cada vecino tiene derecho a una única suerte, que suele llenar un remolque de leña o, en el mejor de los casos, dos o tres, de palos aptos para la lumbre o la calefacción, ya que la leña menuda se deshecha.Es un trabajo duro, que lleva varias jornadas, aunque ahora se utiliza motosierra para cortar los robles y prepararlos para bajarlos a casa. Antiguamente, en vez de motosierra, se utilizaban hachas, hociles y podonas. Mirad las ordenanzas antiguas en la página de Vegas del Condado.

"Como rastro de la antigua organización comunal que ha llegado hasta hoy, se registra la tradición de ´las suertes de la leña´, o sorteo del tajo de tala de árboles, que aún está vigente en los pueblos del municipio de Santa Colomba de Curueño.La vida diaria venía además marcada por las decisiones tomadas en el Concejo abierto, institución más democrática que ninguna otra de las actuales, que se anotaban en el Libro de pueblo, y se publicaban en El Acuerdo. Aún quedan muchos pueblos de la zona en que se celebran los Concejos a toque de campana, sobre todo en verano, cuando la población aumenta.Los trabajos de interés general se realizaban mediante prestación comunitaria. Así la Espalada, la Hacendera y la Mata, o corte de leña en común. Hoy día ya no resultan necesarios estos penosos trabajos.La vecindad era una condición muy ventajosa, que daba todos los derechos de la comunidad a sus poseedores, por lo que estaba muy regulada.Sobre estas bases de gobierno de los pueblos se edificaría durante siglos el edificio de sus tradiciones, muchas de las cuales se demostraron tan eficaces y convenientes que aún perviven al día de hoy". http://www.mancomunidadcurueno.com/tradiciones.htm




Ésto de S. Antonio..........¡Tendré que preguntar! No lo tengo en ficha. Se me ha "colao"

LIBRO SÉPTIMO. TITULO III. AUTO I.—L. i, lit. 18, lib. 3 déla Novísima. TITULO Vil. DE LOS TÉRMINOS PÚBLICOS , I DEHESSAS , MONTES, I PASTOS DE LAS CIUDADES, VILLAS, I LU£ARES. AUTO I.—Citado en la nota 13, lit. 24, lib. 7 de la Novísima.— Instrucción sobre montes, i plantíos del Corregimiento de las quatre Villas de la Costa de la Mar, distantes dos leguas de ella, i de los rios navegables para el aumento, i conservación de los montes, llamada de Toribio Pérez Buslamante, Proveedor de Armadas, Veedor del Comercio, i Superintendente de Fabricas, Montes, i Plantíos en las quatro Villas. Phelipe IV. еч Madrid á 3. de Abril de 1656. confirmando la Instrucción hecha en 15. de Febrero de 1650. por Toribio Pérez Bustamanle. Mando à todas las Justicias observen puntualmente la Instrucción, que sobre el plantío, i custodia de montes hizo Toribio Pérez de Bustamante, que es como se sigue. Ai tres suertes de montes ; los primeros de vecinos particulares; los segundos, de los Concejos ; i los terceros , de su Magestad : en los de particulares los dueños cuidarán de su aumento, i conservación, como mejor les pareciere. 2 En los de los Concejos no lo escuso, por la obligación, que su Magestad, como Señor, i Rei natural tiene de mirar por la conservación de sus Pueblos, i Repúblicas, i también porque los montes concegiles son Realengos; i assi deven advertir todos lo mucho que les importa conservarlos, porque no puede aver lugar bueno sin montes : i si los paseados no los uvie- ran conservado, no los gozaran los presentes ; i si los presentes no los conservan, no los tendrán los venideros. No quiero ordenar que planten en ellos mas de los que por sus ordenanzas tienen de costumbre ; pero si lo hicieren, harán bien para si mismos, pues, quando no sea mas que por modo de multiplicar hacienda, es razón que lo hagan ; siendo cierto que un árbol de estos puede tener de costa su píantio medio real, i al cabo de veinte años, sin darle mas caba, ni hacerle otro beneficio, sino dexandole à Dios, i à las inclemencias del tiempo, vale 15. 20. ó 30. reales, demás de averse gozado en este tiempo el fruto de la bellota, hoja, i leña ; pues qué trato mas licito , i noble puede tener un Hidalgo, ni Tratante alguno, en que emplee su dinero, donde mas gane? I quaudo no quieran plantar, à lo menos siempre bellotas en las tierras ocupadas de argímas, i malezas, recabando entre ellas algo la superficie de la tierra,i juntándose un día el Concejo para solo este fin, que con esso nacerán, i se criarán allí abundantemente : también se tiene noticia, i de los montes consta, que en el cortar, i podar para sus ne- cessidades , fabricas, i reparos de Iglesias, casas, molinos, emparrar las viñas, carbón, leña, i de otras cosas, ha ávido por lo passado grandes desordenes, i se ha usado mal de esta permission, particularmente en las podas, pues deviendolas hacer à sus tiempos devi- dos por lo alto, dexando horca, i pendón, lo han hecho sin dexarlo, por lo baso, fuera de sazón, cortando, i desmochando los arboles por medio del tronco, que es causa de que se sequen los mas, i los menos que por cortos no sirvan para las Fabricas de su Magestad : I conviniendo poner remedio en lo por venir, en virtud de la autoridad, que me da su Magestad, cuya jurisdi- cion exerzo, i en su Real nombre mando que el cortar, i podar aya de ser con licencia, i consentimiento de sus Concejos, i en presencia de los Oficiales, que à la sazón fueren de ellos, .u de los vecinos mas prácticos diputados para ello , i usando de buena policía, sin talar los montes, ni maltratar, ni desmochar los arboles, cortando, i podando en los dos meses desde mediado de Diciembre hasta mediado Febrero , por lo alto, sin tocar en el tronco, dexando horca, i pendón соч la pica, i guia mejor, que tuviere el árbol; i quando el Concejo diere licencia à los vecinos para cortar arboles, ha de ser con urgente necessidad, i obligándolos à poner, i dar apresos dos, tres, ó mas arboles en el lugar de cada uno de los que se cortaren, i en la parte, que mas conveniente parezca, con apercibimiento que de lo que en contrario se podare, i cortare, se hará cargo al Concejo para que de esta manera duren, i se conserven los montes, i los vecinos gocen de su fruto para alimento de sus ganados, i estiércol de sus tierras, i también para que su Magestad, quando aya menester valerse de algunas maderas para sus Fabricas, lo pueda hacer, so pena de que, si assi no lo hicieren , serán castigados con todo rigor, según el delito, en que se incurriere , i por la menor quexa, o aviso que uviere de ello, iré en persona à su costa à ejecutarlo, como cosa, que tanto importa. 3 En los montes, que llaman de su Magestad, se lian de continuar por obligación cada año los plantíos para su mayor aumento ; i nadie ha de ser ossado à cortar arboles de ellos sin licencia expressa del Superintendente , la qual no se dará sino por causa precissisinia, por la grande conveniencia, que se sigue à todos de su conservación ; porque, aunque de verdad estos platillos se hacen para su Magestad , e1, fruto de ellos las Repúblicas lo gozan ; i quando su Magestad nécessita de maderas para sus Fabricas , sin embargo de ser los plantíos suyos, paga las mas veces por cada árbol su precio razonable, para mas animar à los vassallos à plantar, i mirándolos por este lado, aunque los plantíos son desu Magestad en la forma , en la substancia vienen à ser de ellos mismos, i assi como tales los deven mirar para el plantarlos, conservarlos, i aumentarlos.
Del libro: "Los codigos españoles concordados y anotados"
Autor Spain, Joaquín Francisco Pacheco, Fermín de la Puente y Apezechea, Castile (Kingdom)., Pedro Gómez de la Serna, Francesco de Paula Díaz y Mendoza, Gregorio López.http://books.google.com/books?id=7bcCAAAAYAAJ&pg=PA366&lpg=PA366&dq=las+suertes+de+cortar+la+le%C3%B1a&source=web&ots=C-KbvQSkvp&sig=Uzafb98HHSLIkmdZMUR5LtB4JQI#PPA366,M1
Siempre ha sido un pueblo de fiesta......

Cambio de paisaje y futuro incierto
Instituto del Agua, Universidad de Granada, Ramón y Cajal 4, 18071 Granada, España -->Departamento de Ingeniería Forestal.
Universidad de Córdoba.
"Aunque, a decir verdad, después de tantos años mirando de soslayo a los que fabricaron nuestros montes (aquellos que nos gustan más y esos otros paisajes que nos complacen menos, que la historia de los espartales, tomillares, romerales, jarales o brezales también es fecunda), les estamos empezando a echar de menos. Hemos caído en la cuenta de que nos falta el leñador, el tonelero, el armador, el peguero, el resinero, el porquero... Hasta añoramos al pastor – ¡incluso al cabrero! -, que nos podría echar una mano ahora para ayudarnos a reducir el combustible – la broza, como dirían ellos – de los bosques, y así tratar de evitar la que posiblemente sea nuestra peor plaga: los incendios forestales.Todavía quedan algunos de ellos en nuestros campos y serranías. Está bien que los convirtamos en los mejores aliados de la gestión sostenible de los montes. Que les reconozcamos su papel protagonista en nuestros paisajes (a veces depredador, por supuesto, pero conviene no tirar muchas piedras desde el tejado de nuestros bloques de viviendas) y que haciendo un sincero acto de contrición reconozcamos que nuestras miradas urbanitas están bastantes distorsionadas. Que John Wayne podía permitirse el lujo de identificar a los buenos y los malos, pero para casi todos los demás es mucho más difícil encontrar la verdad absoluta. Y siempre, eso sí, tratando de no caer en un romanticismo ingenuo que con frecuencia, más que aportar soluciones, crea nuevos problemas.Sin embargo, la mayor parte de nuestros montes se está acostumbrando a prescindir de la “mano del hombre”. Los campos abandonados se ensilvecen o, como decimos actualmente, se matorralizan. Las veredas se desgastan de no usarlas. Los prados de siega se embastecen porque ya no hay quién los corte.Nuestra descontextualización de la naturaleza continúa con paso firme. Se prevén avances aún más audaces de la ciencia y tecnología que harán que recordemos risueños la época en la que los niños desconocían de donde venía la leche: para entonces saldrá directamente de las vacas con el colacao puesto. Incluso antes de disponer de GPS nos habíamos olvidado de mirar las estrellas. Ahora contamos con exactas y hasta fiables predicciones meteorológicas (de hecho, el hombre del tiempo se ha convertido en el peor de los agoreros a cuenta del cambio climático), pero se nos han olvidado los signos de los meteoros y el nombre de los vientos."







Con lo ricos que quedan los chorizos asados en la lumbre, y las patatas......Lo malo es que .... la leña después hay que partirla a la medida y colocarla en la leñera y ........ No se yo........