VIDA
Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.
José Hierro
Al menos no en mi memoria. Y si poca tengo,por algo será!. No me hacen falta los malos recuerdos. En realidad, ni los malos y ni tan siquiera los buenos, por que no vivo de recuerdos. Y si...,contradictoriamente,aquí se ven cosas del pasado, tradiciones, pero solo como mera curiosidad y cosas que sobre todo me resultan simpáticas. Al fin, todo eso pasó, pero..Prefiero el presente y no perder ni un segundo en recuperar pasados o adelantarme a futuros inciertos.